domingo, 22 de marzo de 2009

EXPLICAN LA EVOLUCIÓN A NIVEL MOLECULAR

Estudiando la función de antiguos genes un grupo de científico ha reconstruido la evolución biológica darwiniana a nivel molecular de un sistema hormonal. No se había comprobado hasta el momento cómo la evolución darwinista funcionaba a nivel molecular. Ahora han demostrado “paso a paso” la progresión de cómo la evolución creó un nuevo sistema molecular mediante la modificación de partes ya existentes.Los resultados de este estudio apoyan la evolución según Darwin y ponen en aprietos las tesis de los defensores del diseño inteligente. Éstos afirman (entre otras cosas refutadas por la ciencia desde hace mucho) que la interacción de una parte del sistema molecular con las otras provoca que el sistema contenga una “complejidad irreducible” que es supuestamente incompatible con una evolución gradual según la selección natural darwinista. Pero este trabajo muestra, gracias a nuevas técnicas de análisis, cómo genes muy antiguos y sus funciones evolucionaron hace cientos de millones de años.Han encontrado que la complejidad evolucionó a través de un proceso de explotación molécular mediante el cual viejos genes que desempeñaban unas funciones determinas fueron reclutados por la selección natural hasta evolucionar hacia otros con funciones e interacciones totalmente diferentes.Para ello los investigadores usaron el estado del arte en métodos estadísticos y moleculares consiguiendo desvelar la evolución de un caso elegante de complejidad molecular. En concreto investigaron el receptor proteínico de la hormona aldosterona, que regula la función renal y el receptor de otra hormona de aspecto parecido que regula el comportamiento o estrés y denominada cortisol.Las hormonas y sus receptores son sistema que se dan siempre por pares y funcionan como una cerradura y su llave específica.Los investigadores encontraron el equivalente del receptor de la hormona del estrés en la lamprea y en otro pez sin mandíbula (dos especies muy primitivas de peces) y en una especie de tiburón. Después de estudiar los genes que lo producen y de comparar las similitudes entre ellos, los científicos reconstruyeron la estructura molecular que el ancestro común de ese receptor tuvo hace 450 millones de años y que se correspondería a animales ya extintos. Esa época es anterior a la aparición de los animales terrestres o incluso a aparición de los primeros animales con huesos.Además lo recrearon en el laboratorio caracterizando su función y vieron que podía regular la función renal a través de la aldosterona y de la hormona del estrés cortisol.Por tanto, los receptores de la aldosterona existían antes que la aldosterona. De hecho esta hormona sólo se encuentra en animales terrestres. Animales que aparecieron millones de años más tarde.Han mostrado que ese receptor ancestral respondía a una hormona aun más antigua con una estructura similar a la actual aldosterona. Esto hizo que el receptor estuviese preadaptado a ser reclutado para una nueva función cuando la aldosterona evolucionó más tarde.Mediante una recapitulación de la evolución de la secuencia de ADN del receptor, el grupo de investigadores muestran que sólo dos mutaciones fueron necesarias para hacer evolucionar el receptor hasta tener las funciones que presenta en humanos en el momento presente.Lo que ocurrió fue que un fallo genético produjo dos copias del gen de un receptor en el genoma de los animales, cosa que es común en la evolución. Luego dos mutaciones hicieron a un receptor sensible sólo al cortisol, apareciendo la moderna versión del receptor de la hormona del estrés, mientras que otra mutación especializó al segundo en la regulación de la función renal. Es un ejemplo de cómo la evolución toma ventaja de circunstancias afortunadas y reconstruye sobre ellas.Lo bueno es que este proceso “paso a paso” es consistente y compatible con la evolución darwiniana. Según Thornton “…la llamada complejidad irreducible es sólo un reflejo de la limitada habilidad de ver cómo la evolución funciona. Mediante la búsqueda de las formas ancestrales de los genes, hemos sido capaces de mostrar justamente cómo este crucial sistema hormona-receptor evolucionó.”Según este investigador la evolución de la complejidad es un asunto ya tradicional en Biología y no había controversia científica sobre si este sistema hubiese o no evolucionado. La cuestión era saber cómo lo había hecho.Según el darwinismo las especies evolucionan mediante pequeños cambios que se van acumulando por selección natural. Un ejemplo muy bonito de esto lo hemos visto recientemente con el eslabón perdido entre peces y tetrápodos encontrados en Canadá y del que ya NeoFronteras dio noticia. En todo caso la evolución o la selección natural sólo actúa sobre genes, fenotipos, miembros, etc. ya existentes. Es un sistema histórico que no borra lo ya hecho y parte de cero, sino que se basa en lo que ya existe.Probablemente esta investigación abre las puertas a estudios similares en otros sistemas moleculares. Muchos otros genes ancestrales puede que estén ahí esperando en los genomas, dispuestos a ser descubiertos. Quizás gran parte de la historia de la vida y su evolución esté escrita en los genomas y leyéndolos logremos completar mejor el árbol de la evolución que el limitado registro fósil a veces no nos deja ver del todo.


GLOSARIO

Tetrápodo: Los tetrápodos son un clado (rama del árbol filogenético)de animales vertebrados con cuatro extremidades ambulatorias o manipulatorias. Los anfibios, reptiles, mamíferos y aves son tetrápodos, (incluyendo los anfibios ápodos y serpientes, cuyos antepasados tenían cuatro patas). El término es especialmente útil para describir a los miembros más primitivos del grupo, que radiaron desde los sarcopterigios (peces de "aletas lobulares") a los primeros anfibios del período Devónico.

Genoma: El genoma es todo el material genético contenido en las células de un organismo en particular. Por lo general, al hablar de genoma en los seres eucarióticos nos referimos sólo al ADN contenido en el núcleo, organizado en cromosomas. Pero no debemos olvidar que también la mitocondria contiene genes. El término fue acuñado en 1920 por Hans Winkler, profesor de Botánica en la Universidad de Hamburgo, Alemania, como un acrónimo de las palabras gene y chromosoma.

El cortisol y la hormona del estrés: El cortisol es considerado la hormona del estrés pues el organismo la fabrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentarnos a los problemas.

Fenotipo: el fenotipo es cualquier característica detectable de un organismo (estructural, bioquímico, fisiológico o conductual) determinado por una interacción entre su genotipo y su medio.

Actividad 1: CUESTIONES SOBRE EL VÍDEO 1.

1.- Describe cómo se supone que era el escenario en el que surgió la vida
Se supone que el escenario en que surgió la vida fueron los océanos primitivos unos compuestos orgánicos provocados por las descargas eléctricas que producian los gases atmosféricos primitivos.

2.- ¿Qué conclusiones se pudo sacar del experimento que realizó Miller en el laboratorio para investigar el origen de la vida?
Las conclusiones que se pudieron sacar fueron que la vida actual fue originada por los gases de la atmósfera primitiva (estos eran: amoniaco, metano, agua e hidrógeno), que dieron vida a los primeros compuestos (muy parecidos a los que forman los seres vivos) bajo las descargas eléctricas que se producían en las tormentas primitivas. Los primeros organismos vivos se formaron al unirse los compuestos de los gases con las descargas eléctricas.

3.- ¿Cómo era la nutrición de las primeras células?
Las primeras células se alimentaban de las sustancias existentes en los caldos oceánicos primitivos. Cuando aparecieron los primeros organismos fotosintéticos, se alimentaban de la materia orgánica que fabricaban ellos mismos.


4.- ¿Qué consecuencias tuvo la aparición de la fotosíntesis?
Las consecuencias fueron que se formó la capa de ozono, que protegía la Tierra de las radiaciones ultravioletas. La capa de ozono se formó por el oxígeno liberado por la fotosíntesis. Gracias a la protección que causaba esta capa la vida pudo evolucionar a formas de vida más complejas y similares a las que conocemos en la actualidad.

sábado, 21 de marzo de 2009

ACTIVIDADES: EXTINCIONES MASIVAS.

1.¿Qué son extinciones masivas?
Son grandes desapariciones de especies existentes en la Tierra en un período de tiempo

2 ¿Cuál es la causa de la posible sexta extinción?
El hombre podría ser la causa de esta posible extinción, puesto que ha provocado el cambio climático

3. Cuánto tiempo dominaron la Tierra los dinosaurios?
Los dinosaurios dominaron la Tierra durante 140 millones de años

4. Enumera los efectos del impacto del meteorito.
El impacto del meteorito provocó una serie de catástrofes ambientales y una gran nube de polvo que impidió la llegada de la luz solar a la Tierra

5. ¿En qué época se produjo?
En el cretácico

6. ¿Quién produjo la primera contaminación en la Tierra?
Las primeras bacterias fotosintéticas, con la aparición del oxígeno.

7. ¿Qué son estromatolitos?.
Son colonias de bacterias fotosintéticas.

8. Enumera todos los efectos que han producido el movimiento de las placas litosféricas
El movimiento de las placas provocó la alteración de las corrientes, los vientos, los pulsos fluviales, las costas, etc.; los mares cambiaron provocando cambios climáticos, también provocó que la Antártica se helara y la Gran Extinción en la que se extinguió aproximadamente el 96% de las especies que habitaban en ese momento la Tierra.

viernes, 20 de marzo de 2009

ACTIVIDADES TEMA 4: VIVIR MÁS, VIVIR MEJOR

ENLACES POBLACIÓN MUNDIAL


1.-¿Cuáles son los países con mayor esperanza de vida?¿Y los de menos? ¿A qué crees que es debido?

Los países con mayor esperanza de vida son: Japón (82.1) ; Singapur (81.9) ; Canadá (81.2) ; Francia (80.9) ; Suecia (80.7) ; Suiza (80.7) ; Australia (80.7) ; Israel (80.6) ; Islandia (80.6) ; Nueva Zelanda (80.2).

Los países con menor esperanza de vida son: Suazilandia (32) ; Angola (37.9) ; Zambia (38.6) ; Zimbabwe (39.7) ; Lesotho (40.2) ; Sierra Leona (40.9) ; Mozambique (41) ; Liberia (41.1) ; Sudáfrica (42.4) ; Djibouti (43.3).

Creo que estas grandes diferencias de esperanzas de vida se deben fundamentalmente a la sanidad del país, que viene dada por el grado de desarrollo del mismo y sus respectivas inversiones económicas. Se puede ver fácilmente que los países con mayor esperanza de vida son países muy desarrollados y con una gran organización en los sistemas sanitarios y además se invierte dinero en calidad de vida. En cambio, los países con menor esperanza de vida son poco desarrollados y pobres económicamente para conbatir enfermedades graves como son las que se dan allí. Los países con menor esperanza de vida suelen ser los africanos, ya que África es el continente menos desarrollado.


2.- Anota la población actual, el número de muertes y nacimientos.

  • Población actual: 6.737.742.503

  • Número de muertes: 12.355.573

  • Número de nacimientos: 29.035.689

3.- Busca en world ranking y compara las diez primeras enfermedades que causan muerte en España, Camerún y EEUU y saca conclusiones.

- Enfermedades que causan más muertes en España:

  • Enfermedad cardíaca coronaria.
  • Derrame cerebral.

  • Cáncer de pulmón.

  • Alzheimer / demencia.

  • Enfermedad pulmonaria.

  • Cáncer de colon/recto.

  • Diabetes.

  • Gripe y neumonía.

  • Cáncer de estómago.

  • Accidentes de tráfico.

- Enfermedades que causan más muertes en EE.UU.:

  • Enfermedad cardíaca coronaria.

  • Derrame cerebral.

  • Cáncer de pulmón.

  • Enfermedad pulmonaria.

  • Alzheimer / demencia.

  • Diabetes.

  • Cáncer de colon/recto.

  • Gripe y neumonía.

  • Cáncer de pecho.

  • Accidentes de tráfico.

- Enfermedades que causan más muertes en Camerún:

  • VIH / Sida.

  • Gripe y neumonía.

  • Malaria.

  • Diarrea.

  • Derrame cerebral.

  • Enfermedad cardíaca coronaria.

  • Accidentes de tráfico.

  • Peso bajo del nacimiento.

  • Trauma del nacimiento.

  • Otras lesiones.

CONCLUSIONES: en Camerún se dan enfermedades que tienen que ver con el precario nivel de sanidad del país, enfermedades provocadas por la suciedad y la falta de medios económicos para combatirlas. En cambio, en EE.UU. y en España se dan enfermedades típicas de países desarrollados, en las que, no interviene para nada el nivel de salubridad

viernes, 27 de febrero de 2009

GRANDES EXTINCIONES

Grandes Extinciones





Durante los últimos 600 millones de años se han producido 20 episodios de extinción masiva, cinco de ellos estuvieron a punto de hacer desaparecer la vida en la Tierra y aún no se sabe con certeza cuales han sido las causas de estos dramas.






Primera extincion-435 millones de años (paleozoico-era primaria). Una larga glaciación casi acaba con la vida marina, algunos peces sobreviven y los invertebrados pagan un duro tributo.






Segunda extinción-367 millones de años (devónico). Desaparecen un gran número de especies de peces y el 70 % de los invertebrados marinos.






Tercera extinción-245 millones de años (en la frontera de la era primaria y secundaria). La más dramática de todas ya que perecieron el 90 % de todas las especies marinas y terrestres, en ellos, el 98 % de los crinoideos, 78 % de los braquiopodos, 76 % de los briozoos, 71 % de cefalopodos, 21 familias de reptiles y 6 de anfibios, además de un gran número de insectos. Los conocidos trilobites desparecieron para siempre con esta extinción en masa.






Cuarta extinción-210 millones de años (triásico). desaparecen el 75 % de los invertebrados marinos. Y se extinguen los reptiles mamiferianos, dando paso a los dinosaurios.



Quinta extinción-65 millones de años (cretácico). Desaparecen los dinosaurios y los amonites además de otro buen número de especies. Los mamíferos se extienden por los espacios terrestres y los peces se adueñan de los mares.


Los trilobites, los dinosaurios, los tigres de dientes de sable están extinguidos y sólo se les conoce por los fósiles. Los paleontólogos estiman que por lo menos el 99.9 % de todas las especies de organismos que han existido están ahora extinguidas. ¿Cuál podría ser la causa?. Probablemente, la causa de la extinción de las especies sea el cambio en el medio ambiente, en los seres vivos y en la parte no viviente del ambiente. Hay dos características que parecen predisponer a una especie a la extinción cuando hay cambios ambientales, que son la distribución en un solo lugar y la extrema especialización. Se considera que el cambio de hábitat tanto contemporáneo como prehistórico es la causa más importante de extinción de especies de organismos de la Tierra. A pesar de que la alteración del hábitat prehistórico ocurrió en un periodo más largo, también tuvo consecuencias graves para la vida en el planeta. En varias ocasiones, los climas húmedos y cálidos dieron lugar a climas más fríos y secos con mayores cambios de temperatura, lo que provocó que muchas plantas y animales no lograran adaptarse a las nuevas y difíciles condiciones y se extinguieron. Una causa del cambio en el clima es la corriente continental. La destrucción extrema y muy repentina del tipo del hábitat, podría ser causada por sucesos geológicos catastróficos. En la prehistoria, varias erupciones volcánicas arrasaron con los seres vivos en varios kilómetros a la redonda y probablemente causaron también cambios en el clima.El registro de los fósiles revela episodios de grandes extinciones de especies de organismos, especialmente en la vida marina. Meteoritos, de diámetro de varios kilómetros, pudieron haber caído sobre la Tierra y levantado grandes cantidades de polvo, que podrían haber bloqueado la llegada de la mayor parte de los rayos solares. Los incendios causados por el impacto del meteorito pudieron haberse extendido, añadiendo hollín a la atmósfera. Por lo que muchas plantas no podrían realizar la fotosíntesis y morir, además, muchos animales que dependían de las plantas para su alimentación también habrían muerto. También podrían haberse causado un enfriamiento global por falta de luz solar e incluso haber propiciado una era glacial. Como resultado de todo esto se provocarían extinciones extendidas de varias especies de organismos. Un grupo de investigadores ha sugerido que el cráter de Chicxulub, en la Península de Yucatán, México, se formó como consecuencia del impacto de un meteorito que pudo haber llevado a la extinción a los dinosaurios.Los geólogos están empezando a aceptar las extinciones en masa de especies de organismos como sucesos normales de la historia geológica de la Tierra. Ciertos periodos de extinciones en masa de diversas especies de organismos parece que fueron más el resultado de sucesos catastróficos que de cambios comunes en que se producen extinciones de especies, tales como cambios en el nivel del mar o cambios climáticos o un aumento de la actividad de predadores. Por lo que parece, que las extinciones en masa de especies de organismos tienen una función predominante en las pautas de la vida a lo largo de la mayor parte de la historia de la Tierra. Desde los albores de la vida en la Tierra, algunas especies de los diversos organismos que habitan al planeta se han extinguido y han posibilitado el surgimiento y desarrollo de nuevas especies de organismos que pueden adaptarse mejor al medio ambiente. Cuando ocurre una extinción en masa de una o más especies se desarrollan nuevas especies. Esto hace que las extinciones de algunas especies de organismos desempeñen una función importante en la evolución de la vida en la Tierra. Si las especies no llegaran a extinguirse para dejar su espacio a organismos más avanzados, la vida en la Tierra no habría progresado hasta lo que es actualmente, y los únicos organismos que habitarían la Tierra serían los microorganismos primigenios con que empezó la vida en el mar.






Sexta Extinción
No se conoce el número de especies que existen en el mundo. Hay unas estimaciones entre 5 a 50 millones, incluso algunas llegan a calcular hasta los cien millones. Sin embargo el número de especies catalogadas es sólo de 1.400.000, de las cuales el 85% viven en el dominio terrestre. Entre insectos, arácnidos y crustáceos hay unas 850.000 especies y 300.000 son especies vegetales. La mayor concentración de especies se da en los trópicos, se llega a creer que sólo de insectos puede haber allí unos 30 millones. Es decir que la mayor biodiversidad está en esa relativamente pequeña franja del planeta. Los seres humanos ponen en peligro la existencia de otras especies de varias formas, con la caza, la introducción de especies foráneas, la deforestación de los bosques y por la fragmentación de hábitats, y conforme se reducen éstos se reduce la capacidad de la Tierra para sostener su herencia biológica.Se pierden 200.000 kilómetros cuadrados de bosque al año. Los bosques tropicales quedarán reducidos a una pequeña mancha en el año 2.050. Pero incluso donde no se tala el bosque queda fragmentado en islas que son ecológicamente frágiles. Las especies se extinguen con más facilidad en territorios pequeños que en los grandes ya que las poblaciones pequeñas son más propensas a cualquier enfermedad o perturbación exterior y pueden sucumbir antes. Sin embargo la pérdida de hábitats no es exclusiva de los bosques tropicales. En todo el mundo los ecosistemas naturales se han degradado y muchos de ellos están en peligro y existen comunidades completas al filo de la extinción. En el año 1.600 los seres humanos eran 500 millones, en el 2.050 habrá 10.000 millones. En la actualidad se consume el 40% de la productividad primaria neta del planeta, es decir casi la mitad de la energia disponible para sostener a todas las especies.Según el registro fósil, se ha calculado que durante los períodos de extinción normal, es decir sin que intervenga ningún cataclismo, la pérdida es de una especie cada cuatro años. En la actualidad se extinguen unas 30.000 especies al año. Este volumen de desapariciones sería comparable a las producidas en una de las cinco grandes crisis biológicas de la historia del Planeta. En este caso no sería por un cambio climático global, el retroceso del nivel del mar, o por la caída de un asteroide, sino por nuestra especie, que como dice Richard Leakey, en su libro "La sexta Extinción": "El Homo sapiens está maduro para ser el destructor más colosal de la historia".










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jueves, 19 de febrero de 2009

Descubren 10 nuevas especies de anfibios en las selvas de Colombia

Diez nuevas especies de anfibios, entre las que se cuentan tres tipos de ranas venenosas, han sido descubiertas en la región del Darién, frontera entre Colombia y Panamá.
"Una vez más ratificamos que somos potencia por naturaleza y que no sólo somos líderes en nuestra región, sino en el mundo entero. Sin duda, este hecho representa un gran avance para la humanidad en materia de ciencia y salud" destacó el ministro colombiano de Ambiente, Juan Lozano.
Además de las tres especies de ranas venenosas, herpetólogos de Conservación Internacional Colombia y Ornitólogos de la Fundación Ecotrópico Colombia, descubrieron tres especies más de ranas del tipo cristal o de "piel transparente". También dos ranas de arlequines del género Atelopus y dos especies de ranas de lluvia (Pristimantis).
Los expedicionarios, que concentraron su trabajo en el Cerro Takarkuna, en las espesas selvas del Darién, también encontraron una salamandra nueva y una serpiente "aún no identificada plenamente".
Los anfibios, que tienen piel lisas y expuestas directamente a los elementos que la rodean, son excelentes indicadores de la salubridad humana, pues "registran" la contaminación con metales pesados, pesticidas, herbicidas y agentes productores de lluvia ácida.
Las principales amenazas para los anfibios en la región del Takarkuna son la deforestación y perdida del hábitat, toda vez que entre el 25 y el 30% de las selvas por debajo de los 800 metros de altura han sido convertidas en pastizales.
Igualmente el cambio climático ha exacerbado la actividad de un hongo patógeno, que esta matando las poblaciones de anfibios en todas las regiones montañosas del mundo.
Los expedicionarios también documentaron la presencia de mamíferos de gran tamaño como la danta (o tapir) chocoana, una especie fuertemente amenazada en Colombia, pues su carne es muy apreciada y ofrece poca resistencia a los cazadores.
Igualmente, detectaron la presencia de cuatro especies de monos: La Marimonda chocoana (Ateles geoffroyi), El Bichichi (Saguinus geoffroyi), El Maicero Capuchino (Cebus capuchinus) y El Ahullador Negro (Aloutta palliata).


Comentario:
personalmente pienso que es fantástico que a pesar del cambio climatico (y lo qe conlleva: extinciones...) sigan apareciendo nuevas especies. La parte mala de esta noticia es que demuestra que numerosas especies de seres vivos estan muriendo sin haber sido descubiertas

martes, 10 de febrero de 2009

CHARLES DARWIN

CHARLES DARWIN
Charles Robert Darwin nació en Sherewsbury el 12 de febrero de 1809. Fue el segundo hijo varón de Robert Waring Darwin, médico de fama en la localidad, y de Susannah Wedgwood, hija de un célebre ceramista del Staffordshire, Josiah Wedgwood, promotor de la construcción de un canal para unir la región con las costas y miembro de la Royal Society. Su abuelo paterno, Erasmus Darwin, fue también un conocido médico e importante naturalista, autor de un extenso poema en pareados heroicos que presentaba una alegoría del sistema linneano de clasificación sexual de las plantas, el cual fue un éxito literario del momento; por lo demás, sus teorías acerca de la herencia de los caracteres adquiridos estaban destinadas a caer en descrédito por obra, precisamente, de su nieto. Además de su hermano, cinco años mayor que él, Charles tuvo tres hermanas también mayores y una hermana menor. Tras la muerte de su madre en 1817, su educación transcurrió en una escuela local y en su vejez recordó su experiencia allí como lo peor que pudo sucederle a su desarrollo intelectual. Ya desde la infancia dio muestras de un gusto por la historia natural que él consideró innato y, en especial, de una gran afición por coleccionar cosas (conchas, sellos, monedas, minerales) el tipo de pasión «que le lleva a uno a convertirse en un naturalista sistemático, en un experto, o en un avaro».
En octubre de 1825 Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo para estudiar medicina por decisión de su padre, al que siempre recordó con cariño y admiración (y con un respeto no exento de connotaciones psicoanalíticas); la hipocondría de su edad adulta combinó la desconfianza en los médicos con la fe ilimitada en el instinto y los métodos de tratamiento paternos. Sin embargo Darwin no consiguió interesarse por la carrera; a la repugnancia por las operaciones quirúrgicas y a la incapacidad del profesorado para captar su atención, vino a sumarse el creciente convencimiento de que la herencia de su padre le iba a permitir una confortable subsistencia sin necesidad de ejercer una profesión como la de médico. De modo que, al cabo de dos cursos, su padre, dispuesto a impedir que se convirtiera en un ocioso hijo de familia, le propuso una carrera eclesiástica. Tras resolver los propios escrúpulos acerca de su fe, Darwin aceptó con gusto la idea de llegar a ser un clérigo rural y, a principios de 1828, después de haber refrescado su formación clásica, ingresó en el Christ's College de Cambridge.
Una nueva vida
Pero en Cambridge, como antes en Edimburgo y en la escuela, Darwin perdió el tiempo por lo que al estudio se refiere, a menudo descuidado para dar satisfacción a su pasión por la caza y por montar a caballo, actividades que ocasionalmente culminaban en cenas con amigos de las que Darwin conservó un recuerdo -posiblemente exagerado- como de auténticas francachelas. Con todo, su indolencia quedó temperada por la adquisición de sendos gustos por la pintura y la música, de los que él mismo se sorprendió más tarde, dada su absoluta carencia de oído musical y su incapacidad para el dibujo (un «mal irremediable», junto con su desconocimiento práctico de la disección, que representó una desventaja para sus trabajos posteriores).
Más que de los estudios académicos que se vio obligado a cursar, Darwin extrajo provecho en Cambridge de su asistencia voluntaria a las clases del botánico y entomólogo reverendo John Henslow, cuya amistad le reportó «un beneficio inestimable» y que tuvo una intervención directa en dos acontecimientos que determinaron su futuro: por una parte, al término de sus estudios en abril de 1831, Henslow le convenció de que se interesase por la geología, materia por la que las clases recibidas en Edimburgo le habían hecho concebir verdadera aversión, y le presentó a Adam Sedgwick, fundador del sistema cambriano, quien inició precisamente sus estudios sobre el mismo en una expedición al norte de Gales realizada en abril de ese mismo año en compañía de Darwin (treinta años más tarde, Henslow se vería obligado a defender al discípulo común ante las violentas críticas dirigidas por Sedgwick a las ideas evolucionistas); por otra parte, lo que es aún más importante, fue Henslow quien le proporcionó a Darwin la oportunidad de embarcarse como naturalista con el capitán Robert Fitzroy y acompañarle en el viaje que éste se proponía realizar a bordo del Beagle alrededor del mundo.
Charles Darwin
En un principio su padre se opuso al proyecto, manifestando que sólo cambiaría de opinión si «alguien con sentido común» era capaz de considerar aconsejable el viaje. Ese alguien fue su tío -y futuro suegro- Josiah Wedgwood, quien intercedió en favor de que su joven sobrino cumpliera el objetivo de viajar que Darwin se había fijado ya meses antes, cuando la lectura de Humboldt suscitó en él un deseo inmediato de visitar Tenerife y empezó a aprender castellano y a informarse acerca de los precios del pasaje. El 27 de diciembre de 1831 el Beagle zarpó de Davenport con Darwin a bordo y dispuesto a comenzar la que él llamó su «segunda vida», tras dos meses de desalentadora espera en Plymouth, mientras la nave era reparada de los desperfectos ocasionados en su viaje anterior, y después de que la galerna frustrara dos intentos de partida. Durante ese tiempo, Darwin experimentó «palpitaciones y dolores en el corazón» de origen más que probablemente nervioso, como quizá también lo habrían de ser más tarde sus frecuentes postraciones. Sin saberlo, Darwin había corrido el riesgo de ser rechazado por Fitzroy, ya que éste, convencido seguidor de las teorías fisiognómicas del sacerdote suizo Johann Caspar Lavater estimó en un principio que la nariz del naturalista no revelaba energía y determinación suficientes para la empresa.
El viaje del Beagle
El objetivo de la expedición dirigida por Fitzroy era el de completar el estudio topográfico de los territorios de la Patagonia y la Tierra del Fuego, el trazado de las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico y la realización de una cadena de medidas cronométricas alrededor del mundo. El periplo, de casi cinco años de duración, llevó a Darwin a lo largo de las costas de América del Sur, para regresar luego durante el último año visitando las islas Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia, Mauricio y Sudáfrica. Durante ese período su talante experimentó una profunda transformación. La antigua pasión por la caza sobrevivió los dos primeros años con toda su fuerza y fue él mismo quien se encargó de disparar sobre los pájaros y animales que pasaron a engrosar sus colecciones; poco a poco, sin embargo, esta tarea fue quedando encomendada a su criado a medida que su atención resultaba cada vez más absorbida por los aspectos científicos de su actividad.
El estudio de la geología fue, en un principio, el factor que más contribuyó a convertir el viaje en la verdadera formación de Darwin como investigador, ya que con él entró inexcusablemente en juego la necesidad de razonar. Darwin se llevó consigo el primer volumen de los Principles of Geology de Charles Lyell, autor de la teoría llamada de las causas actuales y que habría de ser su colaborador en la exposición del evolucionismo; desde el reconocimiento de los primeros terrenos geológicos que visitó (la isla de São Tiago, en Cabo Verde), Darwin quedó convencido de la superioridad del enfoque preconizado por Lyell. En Sao Tiago tuvo por vez primera la idea de que las rocas blancas que observaba habían sido producidas por la lava derretida de antiguas erupciones volcánicas, la cual, al deslizarse hasta el fondo del mar, habría arrastrado conchas y corales triturados comunicándoles consistencia rocosa. Hacia el final del viaje, Darwin tuvo noticia de que Sedgwick había expresado a su padre la opinión de que el joven se convertiría en un científico importante; el acertado pronóstico era el resultado de la lectura por Henslow, ante la Philosophical Society de Cambridge, de algunas de las cartas remitidas por Darwin.
La teoría sobre la formación de los arrecifes de coral por el crecimiento de éste en los bordes y en la cima de islas que se iban hundiendo lentamente, fue el primero en ver la luz (1842) de entre los logros científicos obtenidos por Darwin durante el viaje. Junto a éste y al establecimiento de la estructura geológica de algunas islas como Santa Elena, está el descubrimiento de la existencia de una cierta semejanza entre la fauna y la flora de las islas Galápagos con las de América del Sur, así como de diferencias entre los ejemplares de un mismo animal o planta recogidos en las distintas islas, lo que le hizo sospechar que la teoría de la estabilidad de las especies podría ser puesta en entredicho. Fue la elaboración teórica de esas observaciones la que, años después, resultó en su enunciado de las tesis evolutivas.
Darwin regresó a Inglaterra el 2 de octubre de 1836; el cambio experimentado en esos años debió de ser tan notable que su padre, «el más agudo observador que se haya visto de natural escéptico y que estaba lejos de creer en la frenología», al volverlo a ver dictaminó que la forma de su cabeza había cambiado por completo. También su salud se había alterado; hacia el final del viaje se mareaba con más facilidad que en sus comienzos, y en el otoño de 1834 había estado enfermo durante un mes. Se ha especulado con la posibilidad de que en marzo de 1835 contrajera una infección latente de la llamada enfermedad de Chagas como consecuencia de la picadura de un insecto. De todos modos desde su llegada hasta comienzos de 1839 Darwin vivió los meses más activos de su vida, pese a las pérdidas de tiempo que le supuso el sentirse ocasionalmente indispuesto. Trabajó en la redacción de su diario del viaje (publicado en 1839) y en la elaboración de dos textos que presentaran sus observaciones geológicas y zoológicas. Instalado en Londres desde marzo de 1837, se dedicó a «hacer un poco de sociedad», actuando como secretario honorario de la Geological Society y tomando contacto con Lyell. En julio de ese año empezó a escribir su primer cuaderno de notas sobre sus nuevos puntos de vista acerca de la «transmutación de las especies», que se le fueron imponiendo al reflexionar acerca de sus propias observaciones sobre la clasificación, las afinidades y los instintos de los animales, y también como consecuencia de un estudio exhaustivo de cuantas informaciones pudo recoger relativas a las transformaciones experimentadas por especies de plantas y animales domésticos debido a la intervención de criadores y horticultores.
Sus investigaciones, realizadas sobre la base de «auténticos principios baconianos», pronto le convencieron de que la selección era la clave del éxito humano en la obtención de mejoras útiles en las razas de plantas y animales. La posibilidad de que esa misma selección actuara sobre los organismos que vivían en un estado natural se le hizo patente cuando en octubre de 1838 leyó «como pasatiempo» el ensayo de Malthus sobre la población, dispuesto como se hallaba, por sus prolongadas observaciones sobre los hábitos de animales y plantas, a percibir la presencia universal de la lucha por la existencia, se le ocurrió al instante que, en esas circunstancias, las variaciones favorables tenderían a conservarse, mientras que las desfavorables desaparecerían, con el resultado de la formación de nuevas especies. Darwin estimó que, «al fin, había conseguido una teoría con la que trabajar»; sin embargo, preocupado por evitar los prejuicios, decidió abstenerse por un tiempo de «escribir siquiera el más sucinto esbozo de la misma». En junio de 1842 se permitió el placer privado de un resumen muy breve -35 páginas escritas a lápiz-, que amplió hasta 230 páginas en el verano del año 1844.
Por entonces, Darwin había contraído matrimonio el 29 de enero de 1839 con su prima Emma Wedgwood. Residieron en Londres hasta septiembre de 1842, cuando la familia se instaló en Down, en el condado de Kent, buscando un género de vida que se adecuase mejor a los frecuentes períodos de enfermedad que, a partir del regreso de su viaje, afligieron constantemente a Darwin. Por lo demás, los años de Londres fueron, por lo que a vida social se refiere, un preludio del retiro casi total en el que vivió en Down hasta el final de sus días. El 27 de diciembre de 1839 nació el primer hijo del matrimonio y Darwin inició con él una serie de observaciones, que se prolongaron a lo largo de los años, sobre la expresión de las emociones en el hombre y en los animales. Tuvo diez hijos, seis varones y cuatro mujeres, nacidos entre 1839 y 1856, de los que dos niñas y un niño murieron en la infancia.
La teoría de la evolución
Durante los primeros años de su estancia en Down, Darwin completó la redacción de sus trabajos sobre temas geológicos y se ocupó también de una nueva edición de su diario de viaje, que en un principio había aparecido formando parte de la obra publicada por Fitzroy sobre sus expediciones; en las notas autobiográficas que redactó en 1876 (reveladoramente tituladas como Recollections of the Development of my Mind and Character), Darwin reconoció que «el éxito de este mi primer retoño literario siempre enardece mi vanidad más que el de cualquier otro de mis libros». De 1846 a 1854 Darwin estuvo ocupado en la redacción de sus monografías sobre los cirrípodos, por los que se había interesado durante su estancia en las costas de Chile al hallar ejemplares de un tipo que planteaba problemas de clasificación. Esos años de trabajo sirvieron para convertirlo en un verdadero naturalista según las exigencias de su época, añadiendo al aprendizaje práctico adquirido durante el viaje la formación teórica necesaria para abordar el problema de las relaciones entre la historia natural y la taxonomía. Además, sus estudios sobre los percebes le reportaron una sólida reputación entre los especialistas, siendo premiados en noviembre de 1853 por la Royal Society, de la que Darwin era miembro desde 1839.
A comienzos de 1856 Lyell aconsejó a Darwin que trabajara en el completo desarrollo de sus ideas acerca de la evolución de las especies. Darwin emprendió entonces la redacción de una obra que, aun estando concebida a una escala tres o cuatro veces superior de la que luego había de ser la del texto efectivamente publicado, representaba, en su opinión, un mero resumen del material recogido al respecto. Pero, cuando se hallaba hacia la mitad del trabajo, sus planes se fueron al traste por un suceso que precipitó los acontecimientos: en el verano de 1858 recibió un manuscrito que contenía una breve pero explícita exposición de una teoría de la evolución por selección natural, que coincidía exactamente con sus propios puntos de vista. El texto, remitido desde la isla de Ternate, en las Molucas, era obra de Alfred Russell Wallace, un naturalista que desde 1854 se hallaba en el archipiélago malayo y que ya en 1856 había enviado a Darwin un artículo sobre la aparición de especies nuevas con el que éste se sintió ampliamente identificado. En su nuevo trabajo, Wallace hablaba como Darwin, de «lucha por la existencia», una idea que, curiosamente, también le había venido inspirada por la lectura de Malthus. Darwin puso a Lyell en antecedentes del asunto y le comunicó sus vacilaciones acerca de cómo proceder respecto de la publicación de sus propias teorías, llegando a manifestar su intención de destruir sus propios escritos antes que aparecer como un usurpador de los derechos de Wallace a la prioridad. El incidente se saldó de manera salomónica merced a la intervención de Lyell y del botánico Joseph Dalton Hooker, futuro director de los Kew Gardens creados por su padre y uno de los principales defensores de las teorías evolucionistas de Darwin, con quien le unió una estrecha amistad desde 1843. Siguiendo el consejo de ambos, Darwin resumió su manuscrito, que fue presentado por Lyell y Hooker ante la Linnean Society el 1 de julio de 1858, junto con el trabajo de Wallace y con un extracto de una carta remitida por Darwin el 5 de septiembre de 1857 al botánico estadounidense Asa Gray, en el que constaba un esbozo de su teoría. Wallace no puso nunca en cuestión la corrección del procedimiento; más tarde, en 1887, manifestó su satisfacción por la manera en que todo se había desarrollado, aduciendo que él no poseía «el amor por el trabajo, el experimento y el detalle tan preeminente en Darwin, sin el cual cualquier cosa que yo hubiera podido escribir no habría convencido nunca a nadie».
Tras el episodio, Darwin se vio obligado a dejar de lado sus vacilaciones por lo que a la publicidad de sus ideas se refería y abordó la tarea de reducir la escala de la obra que tenía entre manos para enviarla cuanto antes a la imprenta; en «trece meses y diez días de duro trabajo» quedó por fin redactado el libro On the Origin of Species by means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, del que los primeros 1.250 ejemplares se vendieron el mismo día de su aparición, el 24 de noviembre de 1859. Las implicaciones teológicas de la obra, que atribuía a la selección natural facultades hasta entonces reservadas a la divinidad, fueron causa de que inmediatamente empezara a formarse una enconada oposición, capitaneada por el paleontólogo Richard Owen, quien veinte años antes había acogido con entusiasmo las colecciones de fósiles traídas por Darwin de su viaje. En una memorable sesión de la British Association for the Advancement of Science que tuvo lugar en Oxford el 30 de junio de 1860, el obispo Samuel Wilberforce en calidad de portavoz del partido de Owen ridiculizó con brillante elocuencia las tesis evolucionistas, provocando una contundente réplica por parte de Thomas Henry Huxley, zoólogo, que fue el principal defensor ante la oposición religiosa de las tesis de Darwin, ganándose el sobrenombre de su bulldog. A la pregunta de Wilberforce sobre si a Huxley le hubiera sido indiferente saber que su abuelo había sido un mono, la respuesta inmediata fue, según el testimonio de Lyell: «Estaría en la misma situación que su señoría».
Darwin se mantuvo apartado de la intervención directa en la controversia pública hasta 1871, cuando se publicó su obra The Descent of Man and Selection in Relation to Sex, donde expuso sus argumentos en favor de la tesis de que el hombre había aparecido sobre la Tierra por medios exclusivamente naturales. Tres años antes había aparecido su estudio sobre la variación en animales y plantas por los efectos de la selección artificial, en el que trató de formular una teoría sobre el origen de la vida en general («pangénesis»), que resultó ser la más pobre de sus aportaciones a la biología. En 1872, con The Expression of the Emotions in Man and Animals, obra seminal de lo que luego sería el estudio moderno del comportamiento, Darwin puso fin a sus preocupaciones por los problemas teóricos y dedicó los últimos diez años de su vida a diversas investigaciones en el campo de la botánica.
A finales de 1881 comenzó a padecer graves problemas cardíacos y falleció a consecuencia de un ataque al corazón el 19 de abril de 1882.